CIRUGIA SE REALIZO EN EL CENTRO MATERNOINFANTIL DE SAN LORENZO Ginecólogos desarrollan una técnica para corregir la agenesia vaginal

El Síndrome de
Rokitansky-Meyer-Kützner, como se conoce a esta malformación, afecta a
una de cada 100.000 mujeres, indicó el Prof. Dr. Antonio Centurión
Bogado, responsable de la cirugía.   

Junto al Prof. Dr. Vicente
Battaglia Doldán, jefe de cátedra, explicó que en el nosocomio se suele
detectar, anualmente, un caso de este síndrome y que esta vez
realizaron innovaciones en la técnica quirúrgica.   

Detalló que
anteriormente se utilizaba parte de la piel para la realización de la
nueva vagina, pero que esta vez decidieron utilizar una técnica rusa del
año 1969, que aprovecha el tejido del peritoneo.   

Agregó que
la innovación en la cirugía, que duró unas tres horas y media, consiste
en el trabajo simultáneo de los cirujanos en la zona abdominal y de la
pelvis.

“Hay dos aspectos, uno vaginal y otro abdominal, pero
siempre conservando la estética, y en forma prudente”, explicó el Dr.
Centurión, al tiempo de señalar que se deben cuidar los órganos cercanos
como la vejiga y el recto.

El equipo estuvo integrado además por
el Prof. Dr. Wilberto Castro,  Dr. Ricardo Ochoa,  Dr. Luis Yd,  Dr.
Federico Galli y  Dr. Carlos Wildberger. También participaron los
anestesiólogos Alcides Delorme y Ulices Urbieta.

El Dr. Centurión
destacó, además, el aspecto psicológico del tratamiento, ya que tiene
un gran impacto en la paciente el hecho de no poder realizar una
actividad sexual normal antes de la cirugía. “Ella prácticamente trata
como una minusvalía, que tiene que llevar toda su vida”, expresó.

Igualmente,
mencionó que a pesar de la intervención quirúrgica, las pacientes con
este síndrome no pueden quedar embarazadas por la ausencia de útero.

El
Dr. Battaglia mencionó que, sin embargo, estas pacientes tienen ovarios
normales y pueden recurrir a una fertilización in vitro, y a un vientre
de alquiler, para poder tener hijos con su carga genética.

Recuperación

Según
indicaron los profesionales, la paciente debe permanecer unos ocho días
internada tras la intervención y en los primeros seis días se le
coloca  una prótesis.

Centurión indicó que la cicatriz es
similar a la de una cesárea y que la paciente intervenida comenzó a
tener relaciones sexuales al mes de haberse sometido a la cirugía.

En
cuanto a la edad ideal para la intervención, el galeno remarcó que lo
conveniente es que se realice cuando la mujer tenga una pareja, para
iniciar una vida sexual activa.

Finalmente, el Dr. Battaglia
destacó el rol social del nosocomio e instó a las mujeres a recurrir a
la consulta ginecológica desde la adolescencia.